Trabaja en ti mismo: la formación continua como mejor inversión
La formación continua es clave. Siempre lo ha sido y siempre lo será, sobre todo en la era de la digitalización en que nos encontramos. Según estadísticas, el 81% de las empresas españolas encuentra dificultades para encontrar trabajadores que se adecúen al 100% a sus requerimientos. En este aspecto, los cursos de formación resultan claves para proporcionar a las personas las habilidades y conocimientos demandados por las empresas.
Ventajas de la formación continua para el trabajador
Las ventajas que la formación reporta de cara al trabajador son numerosas.
- Mejora su perfil profesional, así como su Currículum Vitae, lo que hace más sencilla la búsqueda de trabajo o la permanencia en la empresa.
- Mejora las condiciones laborales y fomenta la promoción a puestos de mayor cualificación
- Reduce la incertidumbre de cara al futuro, a los cambios y a las nuevas tecnologías. Al estar formado se está preparado a efectos de afrontar con solvencia cualquier inconveniente que pudiera surgir en el ámbito laboral.
Ventajas de la formación continua para las empresas
La rivalidad entre empresas en la actualidad es también muy dura. Esto hace que la capacitación de los empleados resulte imprescindible para lograr resaltar sobre la competencia. Por ello, las ventajas que la formación continua de los trabajadores proporciona a las empresas podrían resumirse en las siguientes:
- Adaptación de la empresa a las tendencias del mercado y nuevas tecnologías, permitiendo la continua actualización de cara a los cambios.
- Potenciar las ventajas competitivas existentes sobre la competencia, así como crear nuevas.
- Crecimiento constante del personal. Esto se traducirá en trabajadores más preparados que realizarán con mayor solvencia, eficacia y autonomía las tareas asignadas; retroalimentando a su vez los puntos anteriores.
- Cumplimiento de la normativa vigente. Son numerosos los sectores donde la normativa sufre constantes cambios, como es el caso de la ganadería, agricultura, etc. Para las empresas que operen en estos ámbitos resulta vital mantenerse actualizadas y formadas con el fin de hacer frente a las nuevas leyes.
Formación no reglada
Para suplir esta demanda educativa hay numerosas opciones. Entre ellas, se encuentra la formación no reglada, que no es reconocida oficialmente por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, pero que goza de numerosas ventajas en el ámbito laboral, al estar diseñada con miras a hacer frente a necesidades específicas y tener un enfoque más práctico.
- Variedad de opciones. La gran variedad de cursos existentes abarca prácticamente cualquier área, por lo que siempre habrá un curso que se adapte a las necesidades de formación de cada caso particular.
- Actualización constante. Al no estar sujetos a una normativa tan rígida como la que aplicada la formación reglada, permiten su adaptación y actualización constante ante las nuevas tendencias y avances.
- Por norma general, el precio de este tipo de cursos es inferior al habitual para cursos de formación reglada. A su vez, muchos de ellos están subvencionados, resultando en opciones gratuitas para los interesados e idóneas para mejorar los perfiles profesionales.
Responsabilidad de la formación
Llegados a este punto, es seguro afirmar que es indispensable tanto para las empresas como para los trabajadores permanecer formados. Sin embargo, según datos ofrecidos por el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE), tan solo 1 de cada 10 españoles en situación de desempleo realizan los cursos ofrecidos por el mismo. ¿A qué se deben estas cifras tan bajas? ¿Sobre quién recae la responsabilidad de la formación?
Por una parte, el trabajador debe por iniciativa propia formarse continuamente para mantenerse actualizado, facilitar la búsqueda de trabajo o la permanencia en el mismo, etc. No obstante, en muchos casos es complicado compatibilizar la realización de estos cursos con las responsabilidades laborales y familiares. Por otra parte, las empresas deben capacitar a sus trabajadores, ofrecer facilidades que puedan compatibilizar la formación con el trabajo, etc. Sin embargo, no todas las empresas cuentan con recursos para ofrecer estas facilidades a sus empleados.
Es decir, la responsabilidad sobre la formación tiene un enfoque bilateral, tanto por parte del trabajador que ha de tener una actitud proactiva como por parte del empresario que ha de facilitar y promover en la medida de los posible la realización de cursos de formación por parte de sus empleados.
Desde Esla Formación nos posicionamos como una empresa que ofrece cursos para suplir esta demanda de formación. Con más de 20 años de experiencia, ofrecemos Certificados profesionales, preparación para oposiciones, cursos de cualificación y recualificación así como Formación Profesional a partir de Septiembre.